APRENDER A SER FELIZ


Elige ser feliz 

En la medida en que existe un amplio margen  (entorno al 40%) de factores no genéticos que inciden en el nivel de felicidad que pueden ser controlados por nosotros mismos, podemos asumir que es posible llevar a cabo acciones para  que la persona alcance al máximo de su rango personal de felicidad, es decir, que aprenda a ser feliz.

Es posible aumentar la felicidad percibida mediante la educación de factores personales adquiridos y la modificación de las circunstancias ambientales del entorno en el que la persona se desenvuelve.

Hay algunos autores que establecen unas cualidades claves que eran comunes a las personas felices y estaban vinculadas a actividades cotidianas que cualquier individuo podía hacer.
Estas cualidades estaban relacionadas con tres ámbitos sociales:


  •  Dedicar más tiempo a la vida social, mediante la participación en actividades formales ( asociaciones...) e informales ( como los amigos, compañeros de trabajo...), que ofrecen la oportunidad de generar sentimientos de satisfacción y pertenencia e inciden favorablemente en la percepción de felicidad.
  • Desarrollar una personalidad sociable y atractiva en base al aprendizaje de habilidades sociales que hagan a la persona más atractiva desde el punto de vista de las relaciones sociales. Es decir, tener un comportamiento extrovertido, reconocer a los demás, ser un buen conversador...
  • Mejorar las relaciones íntimas, relaciones afectivas de pareja, el establecimiento de fuertes lazos de amistad con personas próximas y aumentar el contacto y las relaciones con los familiares.

A partir de aquí, hay un autor que se llama Palomera que propone unas claves fundamentales para ser feliz  y que os dejo para que las pongamos en práctica:

  1. Tener relaciones sociales significativas y sanas
  2. Pasar más tiempo socializándose, ser extravertido
  3. Mantenerse ocupado en aquello que es agradable personalmente
  4. Perseverar en la consecución de las metas significativas
  5. Tener organización y planificación
  6. Dejar de preocuparse o aceptar en la medida de lo posible  aquello que no   tiene solución
  7. Rebajar las expectativas y aspiraciones
  8. Pensamiento optimista
  9. Orientación al presente
  10. Gustarse y ser uno mismo
  11. Eliminar emociones negativas y problemas
  12. Valorar la felicidad
Hay que aclarar que el pensamiento optimista  tiene un efecto beneficioso para la salud  de la población general y es  un recurso psicológico de primer orden para enfrentarse al estrés, actuando en muchas ocasiones como un mecanismo psicológico que amortigua el efecto del estrés haciendo que la persona sea más resistente.
Igualmente en determinados contextos puede convertirse en desadaptativo, especialmente cuando las ilusiones positivas asociadas al optimismo distorsionan excesivamente el concepto de sí mismo o alteran peligrosamente la realidad.
Por tanto hagamos uso de esta herramienta pero en niveles moderados.


                                                                    Eva Martín









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